jueves, 4 de noviembre de 2010

Silencio de Cabarute

jueves, 4 de noviembre de 2010
Se murió Néstor Kirchner. Lo supimos en un instante: lo leímos en el Twitter, lo escuchamos en la radio, lo vimos en la tele, lo sentimos en la calle. Era imposible sustraerse, el hombre estaba allí, en todos lados, tan omnipresente como jamás lo fue en vida.

Los días posteriores tuvieron la misma intensidad. Por primera vez vi a uno de los machos de Política sin lograr contener las lágrimas. Vi a un periodista de Ovación agradecer con un abrazo emocionado la columna de opinión que un compañero había publicado ese día. Vi a una cronista de Policiales habituada a escenas de carnicería que quedaba consternada tras las palabras de la presidenta por cadena nacional, sin reaccionar durante largos segundos, petrificada mientras seguramente Cristina soltaba su llanto fuera de cámara y la imagen mostraba una bandera argentina flameando en un silencio sepulcral.

Lo que más me llamaba la atención es que en este Cabarute donde habituamos ser tan pasionales, tan idealistas, tan egocéntricos, tan desesperados por contarles a unos cuantos lectores qué nos pasa cuando algo pasa, en este blog nadie escribió ni una sola línea desde que se murió Néstor Kirchner.

“Voy a mandar un mail a todos los que escriben en el Cabarulo para retarlos, están muy vagos”. No recuerdo la frase exacta de Lascano, seguramente la dijo con otras palabras, acostumbra usar palabras tan rimbombantes como la palabra rimbombante. Lo cierto es que ante un evento tan trascendente como la muerte del hombre que con su apellido dividía y divide a un país entero en dos hemisferios, nadie en este Cabarute escribió ni una línea. O al menos nadie lo hizo para este blog.

Un secretario de redacción me invitó a escribir una columna de opinión para publicar en el diario del lunes. Entonces me di cuenta: ya estaba todo escrito, todo lo que hubiese querido leer ya había sido publicado, este diario había ofrecido las opiniones más variadas, las palabras más frías y los comentarios más entusiastas, las acongojadas sensaciones en primera persona y los párrafos más desapasionados, las lecturas más profundas e incluso los lugares comunes más cuestionables. Cada uno con su firma allá arriba. Exactamente lo que debería ofrecer un diario por estos días ante un evento semejante.

Se murió Néstor Kirchner. Y todo lo que debía escribirse en el diario se escribió y se publicó. Y algunas cosas que a veces no se publican también. No quedó nada afuera, y por eso (por una vez) no necesitamos este Cabarulo. Y ya que finalmente no escribí ni una sola línea en el diario, vayan estos seis párrafos de agradecimiento a los que escribieron lo que yo no hubiese podido escribir o, mejor todavía, lo que yo quería leer.

POR HERNAN MAGLIONE

6 comentarios:

chuby dijo...

con el dolor por su desaparición física, con las manifestaciones de apoyo a Cristina, con las alegrias por el reconocimiento popular y juvenil a su figura, con la indignacion por los comentarios de los escribas a sueldo del gran capital y con nuestras sensaciones a flor de piel, tampoco a nosotros (sus lectores) nos quedaron ganas de pasar por un cabarute

Hernan dijo...

Sí, la partida del Lupo da para seguir hablando sobre el impacto del asunto en los periodistas.
Vamos a ver qué pinta. Aunque en lo personal preciso un tiempo para despabilarme, diría que me siento cerca de la gente que de maneras diversas se sintió triste...

El sensei dijo...

La muerte de Nestor, ha puesto a muchos de nosotros a pensar y repensar cuestiones que no teniamos en agenda... Lucidez y sentido comun, compromiso y accion,entre otras cosas, un buen momento para la lucha, frios o calientes, porque a los tibios...

lisy dijo...

Es que el Cabarute cumplió con el riguroso duelo. A todo esto,alguién vió alguna vez un cabarute cerrado por duelo??? Bien Maglio, no olvido tu acusación de traidora, pero, admito, todavía tengo el almita de papel.

Alvaro dijo...

Brillante, Maglione. Coincido en que es un buen síntoma que todas las fichas se hayan puesto en el diario de papel. Era casi una reivindicación. Seguro habrá más cabarutes sobre este tema, en la medida que vayan cayendo las fichas. Mientras tanto, con esta nota creo que está muy bien custodiado el espacio.

Unknown dijo...

Gracias a todos. Es cierto lo que me hicieron notar (a través de Féisbuc) Roderico y mi jefe en este cabarute: dice "este diario" donde debería decir "el diario La Capital". Supongo que eso se llama deformación profesional. La verdad es que quise destacar el laburo de "los periodistas de La Capital" en esas pocas ocasiones en que uno dice: "salimos bien, ¿no?".
Y sí, Lisy, los más viejitos tenemos alma de papel.

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