martes, 24 de agosto de 2010

Contra el destino de basurero

martes, 24 de agosto de 2010
Abajo y a la izquierda de la página de inicio de este "Cinco lucas..." se lee: "Por qué. Porque, muy a menudo, en cosas con destino de basurero que ocurren en el medio de las notas hay mayor sustancia humana que en ladrillos publicados en nombre del interés público".

La nota que sigue se publicó en versión reducida este domingo en La Capital. Varios párrafos perecieron ante el tirano espacio de los domingos donde la publicidad se come a las páginas como un Pacman. Acá va completa, contra el destino de basurero y el rescate de sustancia humana de las palabras de Guerriero.


“Soy dura: prefiero que el entrevistado cuente y que la sensibilidad quede en el texto”

Lo dice la periodista Leila Guerriero, reconocida internacionalmente por sus crónicas y perfiles y premiada por la fundación Nuevo Periodismo de García Márquez

Dura. Duro lo que narra, dura cuando critica al periodismo, duro su rostro en las fotos, dura y exigente con ella misma y su trabajo. Leila Guerriero, nacida en la ciudad de Junín en 1967, premiada y reconocida por sus crónicas y perfiles, aunque no se formó en facultad de periodismo alguna, lo reconoce. “Soy una dura, lo que no significa ser insensible. Flaco favor le hago a una historia si me pongo a llorar en una nota con alguien que está consternado. Prefiero que el entrevistado me cuente y que la sensibilidad quede en el texto”.

Y esa sensibilidad queda. Basta leer sus dos libros para comprobarlo: “Los suicidas del fin del mundo”, donde investigó una cadena de suicidios en la ciudad de Las Heras, provincia de Santa Cruz, y “Frutos extraños”, una compilación de trabajos publicados en el país y en el exterior; historias de unos 25 mil caracteres (o más). Algunas son mediáticamente conocidas, como la de Romina Tejerina, el Equipo Argentino de Antropología Forense (que identifica restos de desaparecidos en la última dictadura militar y cuya crónica premió la Fundación Nuevo Periodismo, de García Márquez), Yiya Murano y el empresario de la carne José Alberto Samid. Otras, domésticas, como la del supermercadista chino de su barrio.

También en este segundo texto analiza y reprueba a las mujeres "histéricas", las "pesadillas" de los city tours, los "enfermos" de la vida sana y "las mentiras" del periodismo. Filosa y dura, cuesta leer que las dedicatorias de sus dos libros se las haya dedicado tan tiernamente a Diego, su pareja desde hace 15 años y su "par" según dice.

Invitada por la Fundación La Capital, y en el marco del taller “La escritura de la crónica” que dicta Osvaldo Aguirre, Guerriero dio cuenta de cómo entra y sale de las vida de sus perfilados.

—Disponés de hasta tres meses para contar una historia. ¿En ese lapso, cómo es el tiempo de la investigación y de la escritura en tus crónicas?
—Bueno, no trabajo todos los días para la crónica durante esos tres meses, pero es cierto que cuento con mucho tiempo. Hay cosas que no podés hacer ni en una semana ni en dos. Primero entrevisto, compilo mucho material y recién después escribo. Cuando le hice el perfil a Jorge Bocetto, un doble de Freddy Mercury, estaban los músicos en su casa y en un momento a uno le dio diarrea. El Freddy Mercury falso fue quien salió a buscar las pastillas para la diarrea: ése momento, que te regala la realidad, te dice todo de una banda clon. Con el Equipo de Antropología Forense fueron también muchos meses pero había un motivo, pasaba que no aparecían las exhumaciones que yo quería ver y hasta que no apareciera eso yo sabía que mi crónica no había terminado. El de la escritura es un tiempo aparte: me llevó 15 días escribir la crónica de los forenses. Cuando escribo una crónica me encierro en mi casa y no salgo ni a pagar un impuesto. La crónica debe reposar, necesita tiempo, y pocos medios gráficos están dispuestos a darlo.

—En tu último libro, de todos modos, rescatás al que puede hacer el periodismo de un día para otro, si bien sos muy crítica sobre cómo se escribe y cómo se edita.
—Es que por un lado no todo debe ser narrado. No se trata de que la conferencia de prensa del ministro de Economía que habla del aumento de precio de los chinchulines comience con un «Esa mañana el ministro se despertó y no encontró los calcetines al pie de la cama y sintió que había una premonición extraña...». Pero por otro lado, no dejan de sorprenderme los suplementos de turismo y deportes. Son aburridos. ¿Cómo puede ser que las notas que cuentan cómo juega la gente sean todas iguales? Falta mirada, algo que va más allá de escribir un sujeto y un predicado. No quiero cargar las tintas sobre los editores que sufren muchas presiones, pero creo que han perdido la fe cuando repiten que los lectores ya no leen y entonces publican textos muy cortos adornados con reacuadros, infografías, mapas. Subestiman al lector en lugar de mostrar una gran nota bien escrita.

—También criticás el uso de las primera persona en la crónica y de algo que de tan habitual parece menor: el uso o no de grabador en una entrevista.
—No puedo creer que se hable con alguien apuntando en una libretita: es policíaco y antinatural. Es importante reflejar el habla de la gente, y no lo hacen igual un gay ilustrado de Palermo que un travesti del conurbano. En cuanto a la primera persona en la crónica la evito: no me gusta, me parece masturbatoria, salvo en caso de experiencias intransferibles de otro modo. La protagonista debe ser siempre la historia.

—No obstante en cada una de tus crónicas aparecés dialogando brevemente con el entrevistado.
—Porque para mí los diálogos iluminan el texto, lo hacen respirar, le dan un sentido sonoro y visual. A las crónicas las monto como a una película: como si estuviera pasando fotogramas. Para escribir en gráfica, para editar, hay que leer mucho, sobre todo ficción, y también ver cine. La estructura visual es vital. No es necesario pasar por la facultad para ser buen periodista: nadie enseña a ser curioso, escribir bien y tener sentido común.

—Decís también que la mayoría de los periodistas quieren ser escritores, ocupar el lugar de la Justicia o dedicarse a las historias ligadas a las catástrofes y tragedias.
—Por un lado no creo que ser escritor sea mejor que ser periodista; por otro, creo que el periodismo de denuncia e investigación está bien pero no puede ser el único periodismo serio posible. El lugar del periodismo no es juzgar, una cosa es reclamar y otra hacer una Justicia berreta, botona, como la del periodista que aporrea el mostrador y dice: «¡Qué barbaridad!». O el de la de la cámara oculta al marido de la actriz Beatriz Salomón. Y con respecto a los temas, entiendo que periodistas y editores sintamos una deuda con los desnutridos o marginados, pero me pregunto, por qué un periodista serio no puede hacer un gran perfil de un millonario argentino como Ricardo Fort. No para tomarle el pelo, hacer mofa de su silicona, saber si es o no gay. ¿Por qué dejar el mundo de las clases altas y del espectáculo en manos frívolas como las de las revistas Caras y Gente o los programas de chimento? Creo que nos da vergüenza o culpa poner el foco en historias amables.

POR LAURA VILCHE

fotos de Marcelo Bustamante

10 comentarios:

alvaro dijo...

Vamos comandante, un muy buen uso del blog. Valióla pena poner la nota entera. La verdad es que lo que dice es muy interesante. Derriba algunos mitos hacia distintas direcciones

La Negra dijo...

Usted bien sabe de quien fue la idea comaandante Alvaro. Y se agradece.

Sandra Della Giustina dijo...

Tiene 10... está aprobada Vilche!!! ahora se sienta y escucha. ...Me gusta esta entrevista..!!! la piba Guerriero promete jejeje

Unknown dijo...

Gracias Marcelito por los fotos, son geniales!

Juan dijo...

Me gustó el reportaje, me gusta la entrevistada y me encantaron las fotos. Es decir, qué más puedo pedir... Muy bueno

Anónimo dijo...

Buenísima, Negra...
"Pelado con tachas"

Anónimo dijo...

Grosa! Imperdibles sus lecciones de periodismo en "Frutos extraños". Muy buen trabajo Lau. Virginia

silvina dijo...

Me anoté en el taller del Mosca Aguirre pero pude ir poco tiempo. Lo lamento y espero que repita, me aportó varias cosas valiosas. Y lo felicito por invitar a Leila Guerriero, por mover la cosa. Conocía algo de ella y ahora estoy con "Frutos extraños", te lleva al interior de las provincias y de la gente. Tiene pasión.

silvina dijo...

ah, y me gustaron mucho la entrevista y las fotos. Estas son mejores que la que salió en el diario en papel.

Anónimo dijo...

Necesito comunicarme con Marcelo Bustamante porque me gustaría utilizar sus fotos en un artículo que se publicará en un periódico colombiano. Pueden ayudarme a contactarlo. Gracias. Mi correo es yuly_1109@hotmail.com

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