viernes, 30 de julio de 2010

100%

viernes, 30 de julio de 2010
Hacia fines de la década del 80 con mi amigo Mario Contreras (ahora dueño de una radio en Reconquista) inventamos un mini argot, con el solo fin de divertirnos. Influenciados por Anthony Burgess y su Naranja mecánica, en su formación nuestro idiomita contaba con palabras como “drugo” por amigo, “moloko”, en vez de leche, o el simpático “unodós” para referirnos al acto sexual.

De nuestra propia autoría no recuerdo muchas expresiones, tal vez por su medianía. Pero rescato una que, creo, era ingeniosa. Decíamos que alguien estaba “diluido” cuando no se mostraba tal cual lo conocíamos. Cuando aparecía desdibujado. En nuestro pseudodiccionario era quien “no estaba al 100%”. De ahí, diluido.

De aquellos años pasó un tiempo casi eterno hasta que comprendí que una totalidad a veces no significa un 100%. En diseño y en infografía hay parámetros y pequeñas reglas a cumplir. Por ejemplo, hacemos un gráfico torta (un círculo dividido en partes) cuando en cada una de sus divisiones ubicamos un porcentaje del total y ese total es, precisamente, el 100%. Y en la conformación de los colores para la impresión, sabemos que un color pleno es el que tiene ese porcentaje.

Sin embargo, hay hechos y personas que tienden a desmentir estos supuestos:

► JL, un secretario de redacción, alguna vez porfió sobre la intensidad de un azul en un título de tapa del diario. En una desigual pelea por imponer lo que mandan la realidad, la coherencia y el buen gusto, un diseñador –a su pedido- llevó al máximo posible ese color. Pero JL le sugirió más fuerza. “Ponelo al 130%”, le dijo. El “No se puede” por respuesta no desmoralizó al jerárquico, que finalmente desistió en su intento, aunque tal vez con el íntimo convencimiento de que le estaban mintiendo.

En épocas de elecciones muchas encuestas sirven para representar una tendencia al voto. No siempre las mediciones son tan científicas como podrían parecer. Hay encuestadoras serias, poco serias e inexistentes.

► Una jornada completa nos llevó a Maglione y a mí armar el rompecabezas que significaba traducir en gráficos un muestreo de una consultora (pongamos Chuleta-Puchero) sobre la intención de voto de Reutemann en unas elecciones para gobernador. Ocurría que en algunos de los gráficos el candidato obtenía más ventajas de las debidas.

Tal vez porque los encuestados no sabían sumar, o porque respondían dos veces “Sí” ante la pregunta “¿Votaría a Reutemann?”. Lo cierto es que en una de esas tortas el Lole no sólo ganaba, sino que la suma de los votos de todos los postulantes daba cerca de 108%.

Dispuestos a enmendar el error, sacamos todas las cuentas posibles (calculando porcentajes a partir de números de votantes) y logramos llegar al ansiado ciento por ciento.

Felices por la tarea al día siguiente no tuvimos una recompensa, sino un enojo. Apenas llegué al diario varias voces me advirtieron que en Secretaría me buscaban a mí o a Maglione. El motivo era previsible. Nos presentamos con todos los papeles a mano y las explicaciones más racionales posibles. Nuestro interlocutor abrió fuego con “Esta mañana a las 7 me llamó el Lole diciéndome que bla bla bla (cosa desagradable) y que bla bla bla (cosa desagradable)”. Nuestro descargo pareció convencerlo. No obstante, levantó la mirada y nos dijo “¿Y ahora cómo podemos hacer?”.

► Alguna vez Norberto Nicotra fue una figura mimada por cierto propietario del matutino. Y en su intento por ser intendente (en las épocas de la campaña con los afiches con el logo de Nico, el programa de Repetto) fue apoyado incondicionalmente para lograr ese fin. De ese entonces eran las encuestas de una empresa fantasma.

Una tarde, mientras preparaba uno de los primeros gráficos pro Nico, sentí que una mano se apoyó en mi hombro izquierdo. Era uno de los dueños del diario, acompañado por el jefe de redacción.

“Hola Juan” (me dijo el jefe con inusual simpatía). Acá estoy con OV, que quiere ver cómo marcha eso que te pedimos.

Eso que te pedimos sonaba a mensaje en clave de tipo mafioso. Pero nada que ver… estaba con el dueño del diario.

En la encuesta Nicotra arrasaba pero parecía que tenía que arrasar más aún. Y OV me mostró la ubicación del candidato con un gesto que interpreté como “Subilo” (elevaba una manito y se sonreía). Ingenuamente aclaré que si hacía eso, la suma daba más del 100%.

Nadie me contestaba. Giré la cabeza y el jefe de redacción me clavó una mirada de la que pude leer “Callate y hacé lo que te dice el viejo”. Para finalizar esos agradables minutos pregunté quién había hecho la encuesta. Es decir qué fuente aparecería al pie. Y OV me dijo “Mac… Mac Info” ponele. El “ponele” podía significar “Agregale” o “Suponete, es un decir”.

Nunca supe si Mac Info existió, si Nicotra u otros candidatos obtenían lo que decían las encuestas, si hay azules más intensos o si lo que dicen los manuales es 100% cierto. A veces la realidad aparece un poco diluida.

POR JUAN CARLOS ESCOBAR

ilustración: Juan Carlos Escobar

5 comentarios:

hernán dijo...

una vez un poeta llamado giribaldi convocó a presentar un libro de poesía a miguel briante y a neudstadt. briante se enteró a minutos de la presentación y le reprochó tener a ese compañero de panel. giribaldi le dijo: "sabe que pasa, briante, quiero que el odio se corte con cuchillo"
esto va tomando linda forma

Unknown dijo...

Ah, maricón, no pusiste nombres completos...

Anónimo dijo...

Juan: Sos un hijo de puta. Me cagué de risa y también me indigné. Si te hubieras dedicado más al "unodós" y no a estas boludeces de los grafiquitos la pasabas mejor.... La Negra

alvaro dijo...

Juan, sos un genio. Me cagué de risa un 130%

Anónimo dijo...

Muy bueno. También ustedes, que las cuentas cierren y esas cosas. A quién se le ocurre. Ah, y ahora sí esto parece un cabarute: el de Dieguito Latorre. El Pelado

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